Mamá, quiero ser diseñadora gráfica
Médico, profesora, arquitecto, abogada…de pequeños todos soñamos con ser alguna de estas cosas, pero seguro que no escuchamos con mucha frecuencia ‘Yo quiero ser diseñadora gráfica’. En mi caso siempre supe que mi vida profesional iba a estar ligada al diseño.
Mi primer dibujo lo hice a los dos años, unos reyes magos, o eso decía yo que eran porque el resto de personas solo veían garabatos. Desde entonces, no solté el lápiz. Cualquier momento era bueno para pintar, incluso en las horas de clase. No había libro, cuaderno o apuntes que no estuvieran redecorados por mí. Y así fue como conseguí captar a mis primeros clientes como diseñadora: mis amigos.
Os diré que son los más exigentes. ‘A mí no me has hecho un dibujo todavía’, ‘¿puedes pintarme a Brat Pitt?’ o ‘dibújame con Nueva York de fondo’ era mi pan de cada día pero también me servía de entrenamiento para cuando tuviera que enfrentarme al mundo laboral.
Con el tiempo descubrí que existía el diseño gráfico y vi la oportunidad de ganarme la vida con algo que siempre me había apasionado. Tras unos cuantos años de universidad dejé la vida de estudiante y entré en la de becaria.
¿Qué decir de ese momento? Todos recordamos nuestro primer día de trabajo. Los nervios, la ilusión y el miedo se apoderan de ti. ‘¿Y si hay algo que no sepa hacer?’, ‘¡Cuánto me arrepiento de no haber atendido en clase!’ ‘¿Adobe CC? ¡Si yo solo he utilizado la versión CS5!’. Afortunadamente existe Youtube y muchas personas con tiempo libre para resolver tus problemas. Y es entonces cuando Google pasa a ser tu mejor amigo. Si os encontráis en esta situación os recomiendo una página que os salvará la vida más de una vez.
Poco a poco fui cogiendo el ritmo de los demás y haciendo mis primeros pinitos en este mundo. Pero sin duda el momento top de la carrera de una diseñadora gráfica es cuando hace SU PRIMER LOGO. Un trabajo pensado y creado solo por ti que enseñas con orgullo a tus padres, amigos y hasta a tu tía la del pueblo. ‘¡Mira, lo he hecho yo!
Por suerte, a día de hoy sigo trabajando en lo que realmente me gusta. Creo que es muy importante saber transmitir ese sentimiento de felicidad a los demás y disfrutar con cada cosa que hagas. ¡Soy diseñadora gráfica!
